lunes, 31 de agosto de 2015

Excursión de Pastoral Familiar

El domingo 30 de agosto el grupo de Pastoral Familiar fue a visitar el Santuario de Codés.
Quedamos en Los Arcos para visitar la Iglesia de Santa María:
  
Terminada la visita subimos al Santuario de Codés, donde participamos y colaboramos en la misa:


 
IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE CODÉS
 
El hermano marista Julián Inchusta, él y otros maristas jubilados son colaboradores de los párrocos de los pueblos de la zona,  nos conto historia y leyendas referentes al santuario:
En el año 514 el rey Leovigildo destruyó la ciudad de Cantabria (Logroño) . Un grupo de cristianos escondió la imagen de una virgen en estos bosques. Este lugar se convirtió en un refugio de eremitas. Mil años más tarde, fue un ermitaño, de nombre Juan Codés, el que encontró la Virgen con el Niño junto a una cueva, y comenzó a restaurar la ermita dando origen al santuario.

En 1523, terminadas las guerras de anexión, un grupo de mercenarios se convirtieron en bandidos y se refugiaron en Malpica bajo la dirección de Juan Lobo. Desde su “castillo” asolaban la zona. Un pobre hombre fue desvalijado y hecho preso por los forajidos, quienes lo llevaron a su refugio y allí, entre dos tablas a modo de grilletes, permaneció ultrajado varios días. Le reza a la Virgen de Codés hasta que una mañana apareció dormido ante su ermita con las tablas que le hicieran preso caídas a los lados.

Hay en la sierra encima del santuario unas peñas que las llaman las dos hermanas, La leyenda dice que una madre tenía dos hijas y no quería que tuviesen relación con el mundo, por lo no las dejaba salir de casa. Cuando llegaron a jóvenes escaparon, y la bruja, así llaman a la madre, las transformó en rocas para que no se movieran.

Juan Moro cuentan que era un piadoso ermitaño que vivía en Codés, a los enfermos imponía unos paños y los ci¡uraba. Eso trajo el recelo de los médicos de la zona y el obispo de Calahorra, de donde dependía Codés, le ordenó dejar de curar: "Yo no curo, señor obispo. Solo rezo y pongo un pañito al enfermo", se defendío, pero dejó de hacerlo. Se puso el obispo muy enfermo y ningún médico supo curarlo. "Llama a Juan Moro que venga a curarte", pero como le prohibió curar no se atevía a llamarlo, hasta que se puso tan mal que no le quedó otro remedio. Acudió Juan Moro, le puso un paño y se curó, entonces le levantó la prohibición.
Cuentan que los de Torralba reclamaron la imagen de la Virgen de Codés como propia y que debía estar en su iglesia. La llevaron y la imagen apareció en el Santuario tantas veces como se la llevaron; y optaron por dejarla donde está.








Comimos en un merendero junto al frontón:
 
 
Por la tarde visitamos la Iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río:

Y alguno de los viajeros participó en el PRIMER CAMPEONATO DE KARTING DE LA PARROQUIA DEL PADRE NUESTRO en el Circuito de Los Arcos: