LO
QUE VEMOS
La
realidad en la que nos movemos nos dice: Vivimos en una sociedad laica, a Dios
no le necesitamos para vivir y organizar la sociedad.
-Muchas
familias jóvenes nunca han asistido a la Iglesia y otras se van alejando: no
bautizan los hijos ni hacen la Primera Comunión.
-
La cuestión religiosa a muchos les resulta indiferente, ni les va ni les viene.
-
Si miramos la vida de muchos que se declaran católicos son ateos prácticos.
-
La mayoría de los jóvenes pasan de la
Iglesia.
-
El clero, los frailes, las monjas son ancianos en su mayoría y no hay vocaciones.
Los seminarios están medio vacíos. Viendo todos estos signos podríamos concluir
que vamos al FRACASO, A LA DESAPARICIÓN
DE LA IGLESIA.
NUESTRA ESPERANZA
La
Iglesia se rejuvenece constantemente por obra del Espíritu Santo nos recuerda
el Vat. II.
NUESTRA HISTORIA
Es
verdad que la Iglesia está compuesta por hombres débiles y pecadores, llenos de
contradicciones. El mismo Pedro que confesó la divinidad de Jesús es piedra de
tropiezo (Mt 16,23) y negó conocer a Jesús.
En
la Historia de la Iglesia vemos que es
humana y divina, santa y pecadora y
siempre llamada a reformarse como cada cristiano. En todas las épocas ha habido
movimientos y personas, movidos por el Espíritu Santo, que han iniciado
procesos de cambio: San Agustín, San Francisco de Asís, San Ignacio de Loyola,
San Vicente Paul, Santa Teresa y tantas santas reformadoras.
El
Concilio Vaticano II del siglo pasado fue una puesta al día, una búsqueda de la
misión de la Iglesia.
Los
Papas últimos Juan Pablo II y Benedicto XVI han sido testigos personales y
evangélicos que han recorrido el mundo predicando el Evangelio. Sus enseñanzas han sido abiertas a lo social y apegadas a lo tradicional de la Iglesia, según
dicen expertos teólogos y pastoralistas.
CONTINUISMO
Aunque
el Concilio Vaticano II abrió cauces
para la colegialidad episcopal, diocesana y parroquial a través de la
participación en Sínodos, Conferencias
episcopales y Consejos Pastorales tanto
diocesanos como parroquiales todavía hay miedo a la descentralización y a la participación de los seglares. Continúa la
clericalización.
-
La
elección del Papa, obispos, Párrocos sigue siendo sin participación del pueblo de Dios.
-
Se
ha privilegiado el nombramiento de los obispos
de doctrina segura.
-
Todavía
hay miedo a los ministerios laicales y al puesto de la mujer en la Iglesia.
-
Se
ha dado gran apoyo a los nuevos movimientos incluso se han hecho concesiones a
los lefebristas.
PECADOS DE LA IGLESIA
Tres
son los pecados de la Iglesia que se han destapado estos treinta últimos años y
han llenado las páginas de periódicos:
-
Los
escándalos sexuales del clero pedófilo.
-
Las
luchas internas de la Curia romana por el poder y prestigio.
-
Los
escándalos financieros y construcción de palacios episcopales
NUEVA ÉPOCA
En el nombramiento del Papa Francisco resuena el
mensaje de Jesús a Francisco de Asis: Repara
mi Iglesia.
Con
él comienza otro estilo en la Iglesia:
EN SU PERSONA: sencillez y humildad. Su trato como
hermano de todos, su cercanía, su claro lenguaje como de un párroco, su
negativa a vivir en el palacio vaticano, sus coches sencillos...
EN LA ORIENTACIÓN DE SUS
ENSEÑANZAS
1.
Volver al Evangelio y a las enseñanzas del Concilio.
2. Con su exhortación: “La alegría del Evangelio” expresa la necesidad de una evangelización misionera: hay que “primerear” o adelantarse, salir a las periferias donde están los pobres, los alejados.
3. En la misma exhortación insiste en la importancia de la Palabra de Dios, en su explicación en la homilía.
4. La Pastoral de la misericordia más que de la norma y de la ley siguiendo las enseñanzas de Jesús: “Misericordia quiero y no sacrificios”. De ahí la convocatoria para el Sínodo de la familia para tratar de su importancia y del lugar en la Iglesia de los divorciados vueltos a casar, de los homosexuales...
5. La necesidad de hacer de los pobres el lugar privilegiado en el pueblo de Dios.
EN LA ESPERA
-
El
Papa Francisco ha dado los primeros pasos en la reforma de la Curia con sus
denuncias y con una comisión de estudio para reformarla y descentralizar los
organismos.
-
Se
ha celebrado un Sínodo y se celebrará otro el próximo año referente a la
pastoral familiar.
-
Deseamos
que los ministerios estén abiertos realmente a los casados y a la mujer.
-
¿Se
hará realidad una participación mayor del pueblo en la elección de los diversos
ministerios?
NUESTRA
TAREA
Esto nos
exige:
- Vivir el Evangelio.
- Sentir la Iglesia como nuestra propia
familia.
- Formarnos y estar cada día mejor
capacitados.
- Participar organizadamente en las
diferentes tareas.
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